Javier Hernández celebra una eucaristía en el Centro Cultural Misionero de Brasilia, en los tiempos en que sus responsabilidades en la Conferencia Episcopal Brasileña (CNBB) le hacían viajar a la capital federal con frecuencia.

El agustino recoleto Francisco Javier Hernández ha servido a la Iglesia como obispo de la Diócesis de Tianguá (Ceará, Brasil). Al cumplir 20 años de episcopado, hacemos con él balance.

Brasil es el país con más habitantes católicos del mundo, y su Conferencia Episcopal (CNBB en sus siglas) es también la mayor del mundo. La diócesis de Tianguá y Javier Hernández como obispo también se han hecho presentes en una Iglesia de gran estructura dentro de un país de dimensiones continentales.

La CNBB está dividida en 17 Regionales, zonas en las que hay unas características sociales y religiosas más comunes, cada una de ellas con un secretariado que anima pastoralmente la vida de esas Iglesias locales. Tianguá es parte del Regional Nordeste I de la CNBB.

Dentro del Regional Nordeste I, Javier Hernández ha sido el obispo responsable de coordinar la Pastoral de la Juventud (1993-1998), el Consejo de Laicos, la dimensión Bíblico-Catequética (1997-2011) y la dimensión misionera. Además ha ejercido durante cuatro años como vice-presidente del Regional.

Ya en la CNBB, también ha recibido diversas responsabilidades. Ha coordinado en ámbito nacional la Dimensión Bíblico-Catequética entre 1998 y 2003. Y durante ocho años (2003-2011) ha sido miembro de la Comisión Episcopal especial para la Amazonia.

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