Escaparate de la Librería Editorial Augustinus (LEA) en los bajos del nuevo edificio, el día de su inauguración.

El templo de la iglesia parroquial de Santa Rita de Madrid, situado en la calle Gaztambide 75, en el barrio de Chamberí y muy cerca de Ciudad Universitaria, ofrece en su interior toda una explosión de arte figurativo que reproduce las principales características del carisma agustino recoleto.

En 1954 una numerosa comunidad de religiosos, que iría aumentando en los años siguientes, comenzó a habitar la residencia y a atender a los fieles en una capilla provisional, hasta que fue inaugurada la iglesia en 1959.

En poco tiempo la nueva casa se convirtió pronto en un centro dinámico tanto para el barrio como para la vida de la Provincia de San Nicolás de Tolentino. Pronto se establecen a su alrededor servicios diversos como una editorial (LEA, Librería Editorial Augustinus), se editan desde ella las revistas Augustinus y Todos Misioneros o se crean los Talleres de Santa Rita para confección de ropa para los pobres.

En 1962, por ejemplo, eran 44 religiosos los que habitaban la comunidad, de los que once realizaban el llamado “año de pastoral”, un curso completo de formación que se llevaba a cabo nada más producirse la ordenación sacerdotal; y otros nueve cursaban carreras universitarias en diversas facultades de Madrid (Ciencias Geológicas, Lenguas Románicas, Lenguas Clásicas, Filosofía y Letras, Periodismo y Composición Musical).

En dicho año ya se llegaron a celebrar 11.000 eucaristías en la iglesia, se dieron en torno a 448.000 comuniones, se celebraron 126 bodas, 44 primeras comuniones y unas 60 “misas solemnes”. El 25 de febrero de ese año, 1962, se erige la “orden tercera” (hoy conocida como Fraternidad Seglar) con 52 integrantes.

También ese año ocurre un acontecimiento que otorga a la casa un afianzamiento importante de sus objetivos, con la celebración entre el 4 y el 11 de junio del 46º Capítulo General de la Orden de Agustinos Recoletos. En realidad era el segundo Capítulo General que se celebraba en esa comunidad con tan sólo siete años de existencia.

Además la casa recibió en sus primeros años la visita de importantes personalidades eclesiásticas y civiles: obispos de Argentina, Colombia, Panamá, Paraguay, China y Filipinas; o los obispos españoles de Santander y Pamplona; entre las autoridades civiles, los embajadores de Filipinas y China, los cónsules generales de Perú y Alemania o el alcalde de Bonn (Alemania). En 1961 la casa recibió la visita y hospedó a 229 religiosos y sacerdotes que no eran de la comunidad.

Desde el principio, la nueva comunidad adopta una importante labor social en los suburbios de Madrid, que por entonces recibían una constante inmigración de las zonas rurales del país que se establecían de cualquier modo en los arrabales de la capital. Los recoletos de la casa de Santa Rita atienden uno de esos barrios, el de Santa Catalina, donde incluso logran crear un dispensario médico con voluntarios. El ropero de Santa Rita, con voluntarias que cosían, ofrece ropa a los más desfavorecidos.

En 1968, casi diez años después de ser inaugurada la iglesia parroquial, algunos números indican su fuerte implantación en el barrio:

Los días de precepto hay misas, por la mañana, cada media hora, desde las 7 hasta las 2 y, por la tarde, a las 6, 7, 8 y 9. Los días de la labor hay misas por la mañana, cada media hora, desde las 7 hasta las 12 inclusive, y por la tarde a las 8. Se han dado durante el año unas 500.000 comuniones. Se han celebrado 161 bodas, 152 bautizos y 50 entierros.

[Memoria anual de la Residencia de Santa Rita. Febrero de 1968].

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