Capilla de Nuestra Señora del Pilar. Cerámica de Arcadio Blasco. Foto tomada en la inauguración de la iglesia.

El templo de la iglesia parroquial de Santa Rita de Madrid, situado en la calle Gaztambide 75, en el barrio de Chamberí y muy cerca de Ciudad Universitaria, ofrece en su interior toda una explosión de arte figurativo que reproduce las principales características del carisma agustino recoleto.

Capilla de la Virgen del Pilar

La capilla del Pilar pretende resaltar, por medio de una evocación histórica, la difusión que los Agustinos Recoletos hicieron de esta devoción mariana y española en Filipinas.

La imagen de María se trajo de Zaragoza, réplica exacta y autentificada de la original y realizada en 1939 por Félix Burriel. Se apoya en una columna de mármol rojo de 1,60 metros. La cerámica del fondo, de Arcadio Blasco, narra en cinco escenas la tradición pilarista: Santiago pescando, Santiago predicando en España, Degollación de Santiago el año 42, Aparición de María a Santiago y El apóstol en la batalla de Clavijo.

En una sexta escena, se presenta la difusión de esta devoción por los frailes Agustinos Recoletos, especialmente en Filipinas. Unos textos bíblicos y unas estrellas y palomas simbólicas completan el retablo cerámico, formando en total un conjunto armonioso y de ritmo musical.

Capilla de Nuestra Señora de la Consolación

La capilla de Nuestra Señora de la Consolación, patrona de la Orden de Agustinos Recoletos, presenta el vigoroso contraste entre el fondo de ásperos ladrillos de color ocre y crema con la imagen leve y delicada de cerámica de color azul cielo, quebrada en ángulos, de María con el Niño, obra de José Luis Sánchez.

La imagen es de una belleza sorprendente por la novedad de sus materiales, la cerámica azul de brillos cautivadores y los recursos estilísticos, como el contraste ente sus superficies lisas de la parte superior y la obsesión por los volúmenes en los quiebros triangulares de la falda.

En los rostros de María y el Niño se percibe una mirada ingenua. La Virgen ofrece en su mano derecha la correa a santa Mónica y san Agustín. A la derecha del espectador, casi en el ángulo inferior, aparecen las imágenes esquemáticas de los dos santos, Agustín de pie y su madre de rodillas, de frente, con apenas relieve sobre el fondo.

Nos encontramos en esta capilla ante una creación novedosa y brillante de un arte religioso que quería emerger ya en los años finales de los cincuenta.

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