Menores de edad jugando en la playa en la Barra do Ceará. La falta de espacios aptos para un ocio sano provoca un ámbito de acceso a comportamientos de explotación sin retorno.

El Hogar Santa Mónica de los Agustinos Recoletos en Fortaleza (Ceará, Brasil) es un proyecto que lucha contra la explotación, abuso, abandono, desescolarización o cualquier tipo de violencia contra las niñas y adolescentes menores de edad de los barrios, familias y entornos más vulnerables.

Podemos dividir a los beneficiados por el Hogar Santa Mónica en tres tipos:

  1. a) Niñas y adolescentes (7 a 18 años), residentes principalmente en la Barra de Ceará, víctimas de abuso y explotación sexual y/o en grave riesgo. El Hogar Santa Mónica es su casa de acogida.
  2. b) Niñas y adolescentes (7 a 18 años), residentes en la Barra de Ceará, en situación de riesgo, que participan en su barrio del Programa de Formación en Medio Abierto del Hogar Santa Mónica.
  3. c) Menores de ambos sexos (7 a 18 años) normalizados y residentes en los barrios próximos al CEU. Tienen a su disposición las instalaciones formativas del Hogar Santa Mónica.

Los factores de riesgo que definen la presencia de los dos primeros grupos en el Hogar Santa Mónica son variables, y no aparecen con la misma frecuencia e intensidad en cada persona. Son de varios tipos: personales, familiares, sociales y culturales.

A. Factores personales de riesgo

Las niñas que hayan sufrido malos tratos, abuso, explotación y turismo sexual son las primeras beneficiarias del Hogar. Tienen múltiples secuelas fáciles de observar: culpabilidad, baja autoestima, miedo, conducta agresiva, inestabilidad emocional, depresión, falta de control de impulsos, hiperactividad, insociabilidad, problemas de identidad y comportamientos sexuales alterados, entre otros.

Las menores insuficientemente formadas sobre salud y prevención sexual tienen derecho a los servicios del Hogar. En su caso es frecuente la práctica de conductas sexuales alteradas, sin medios de protección ni estrategias preventivas, con presencia de enfermedades de transmisión sexual y embarazos de alto riesgo físico y psicológico.

También se observará la falta de hábitos de higiene y autocuidado, con presencia de micosis, desnutrición, parásitos, escabiosis, virosis, sistema inmunológico debilitado… También tendrán atención preferente las dependientes químicas (crack, marihuana, Rupinol, cocaína, inhalación de colas profesionales, etc.).

Son beneficiarias directas del Hogar Santa Mónica las menores de edad con alimentación deficiente, debilitamiento del sistema inmunológico y problemas de desarrollo físico o cognitivo.

Por último, se buscará a las niñas con desinterés por su formación regular y profesional, y dificultades de aprendizaje. Su falta de preparación les obliga a buscar otras formas de sobrevivir. Además del analfabetismo real se observa el analfabetismo funcional: personas muy vulnerables al engaño o a la pérdida de oportunidades de trabajo, ayudas públicas y participación social.

B. Factores familiares de riesgo

La mayor parte de las agresiones se inician en el medio familiar, desde la negligencia hasta el abuso y explotación sexual. La violencia doméstica se materializa en continuas agresiones físicas y psicológicas. La existencia de violencia intradoméstica se tendrá en cuenta para la presencia de niñas procedentes de tales ambientes en el Hogar.

Muchas de las niñas nacidas por relaciones sexuales mantenidas en el ámbito de la explotación sexual de sus madres tienen el grave riesgo de repetir la historia familiar. En algunos casos, promovido por la propia madre, que ve en las hijas un modo de perpetuar el “negocio familiar” cuando ellas se han hecho mayores y han tenido que abandonar el ambiente de prostitución.

Otro importante factor de riesgo son los sistemas familiares débiles, como las familias monoparentales asociadas al desempleo. Normalmente es la figura materna la responsable familiar tras repetidos abandonos de diferentes figuras paternas nada positivas.

Son también muchas las familias numerosas con escasos recursos incapaces de dar atención a los menores por tener jornadas de trabajo intensas y mal pagadas. Muchas niñas sin maduración suficiente quedan al cuidado de hermanos y hermanas más pequeños.

También se observa de cerca a las madres adolescentes con hijos nacidos de relaciones circunstanciales o fruto de abusos y/o explotaciones sexuales. En el momento del embarazo, la adolescente abandona el contexto escolar y se queda sola, sin recursos. En algunos casos causa el rechazo del bebé, conductas negligentes, violencia, abandonos, expulsiones del hogar.

Por último, se intentará atender a las familias con menores recursos, en viviendas sin condiciones de salubridad y seguridad. El hacinamiento dificulta la intimidad y la convivencia al tiempo que propicia comportamientos sexuales alterados.

C. Factores sociales de riesgo

En la Barra do Ceará es frecuente el vandalismo, el tráfico de drogas y la práctica de conductas penales. Las niñas quedan expuestas a agresiones y al aprendizaje de comportamientos agresivos como mecanismo de defensa, pues impera la “ley de la selva”: sobrevive el más fuerte. En la Barra do Ceará es común la venta de drogas a pequeña escala, llevada a cabo en muchos casos por menores. Esto facilita el acceso a sustancias adictivas desde edades tempranas.

Las infraviviendas, o la insalubridad y la falta de recursos sociales: puestos de salud, hospitales, escuelas, centros de asistencia social, son un factor de riesgo importante. Las escuelas tienen infraestructuras deficitarias y masificadas, lo que altera el proceso de aprendizaje y les hace foco de transmisión de enfermedades. Los sistemas de alcantarillado defectuosos, indeficientes o inexistentes, son fuente de infecciones y accidentes para menores que pasan la mayor parte del día en la calle.

También se considera factor de riesgo el índice de desempleo y la falta de ofertas de trabajo. Fomenta la práctica de actividades como la recolección de desechos, prostitución y mendicidad y el trabajo infantil. Es un acceso a otro tipo de explotación.

Desde el proyecto se observa como otro factor de riesgo la cercanía a los domicilios de los menores de recursos relacionados con el turismo sexual: bares, hoteles, casas de masaje, paradas de taxis… Y, por supuesto, moteles que animan la llegada de turistas proxenetas y pederastas.

La ausencia de áreas verdes y limpias para la práctica recreativa y deportiva propicia también el riesgo y las conductas sociales y sexuales alteradas por falta de un ocio sano.

D. Factores culturales de riesgo: género, raza y nacionalidad

Hay muchas creencias y actitudes machistas que ponen a la mujer en una condición de sumisión. La cultura del nordeste de Brasil participa de un modo patente, o velado, en comportamientos de exclusión a la mujer. Las políticas de igualdad son insuficientes o inexistentes.

Además, en el imaginario popular quedan muchas secuelas de la historia de la colonización, donde el extranjero es colocado en una posición superior por su poder adquisitivo. Hay un amor-odio que mezcla el nacionalismo cultural con el deseo de escapar de la realidad inmediata. Todo extranjero norteamericano o europeo se ve como un príncipe azul con poder económico para cambiar la vida de las personas. Basta “conquistarlo” con el principal “activo”, el cuerpo. El sueño de que pronto vivirá en una enorme casa de un bello país europeo está presente en la imaginación de muchas niñas al iniciarse en prácticas de explotación sexual.

SIGUIENTE PÁGINA: 8. Un proyecto con objetivos

El programa de Popular Televisión (España) “Mi vida por ti” dedicó uno de sus capítulos a la situación de la Barra do Ceará cuando los Recoletos comenzaban a dar los primeros pasos en el proyecto Hogar Santa Mónica. Con el proyecto propio de los Recoletos aún en diseño, Popular Televisión mostró algunas de las intervenciones sociales que se realizaban ya en él. Puedes verlo en estos tres videos consecutivos:


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