Albergues de la Ciudad de los Niños.

Cada año, en la Ciudad de los Niños de los Agustinos Recoletos en Costa Rica se lleva a cabo el llamado Encuentro de Promoción Juvenil, donde los participantes descubren nuevos valores y abren su vida al mensaje cristiano.

¿Qué son los Encuentros de Promoción Juvenil (EPJ)?

“Encuentros de Promoción Juvenil” es el nombre dado a un Movimiento de evangelización de los jóvenes, que, mediante un método propio, posibilita la vivencia y convivencia de lo que es común para la vida cristiana comprometida. De este modo, se impulsan grupos juveniles que vayan fermentando de evangelio sus ambientes ordinarios y ayude a potenciar la vocación integral a la vida cristiana y la personalidad madura del joven.

El método consiste, fundamentalmente, en proclamar el Kerygma —primer anuncio cristiano— de forma gozosa y vivencial. Se experimenta así en carne propia lo nuclear del Evangelio, en un Encuentro que dura tres días completos en el que los jóvenes salen de su ambiente habitual para integrarse.

Se trata, en definitiva, de posibilitar y favorecer que cada uno de los jóvenes viva y experimente a ese Dios maravilloso y creador, que por encima de todo nos quiere, a quien Jesús nos enseña que llamemos Padre.

Un elemento fundamental para la obtención de esa experiencia de Dios Padre es convivir con nuestros hermanos, con las personas que están a nuestro alrededor en la vida ordinaria. Dios está en cada uno y se ha de aprender a descubrirlo por encima de primeras impresiones o de prejuicios.

El principal objetivo de este Movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil es impulsar la creación de grupos juveniles cristianos o, en su caso, para potenciar los ya existentes. Se procura, por tanto, que quien venga a un Encuentro tenga más tarde un grupo cristiano donde mantener en comunidad su vivencia de fe, donde se sienta apoyado.

Los objetivos específicos de los EPJ

Se podrían señalar como objetivos específicos de este movimiento los siguientes:

— Promover a los jóvenes a la realización de una vocación integral.

— Promover a la juventud a la libre opción a la fe.

— Promover a los jóvenes a un servicio de liderazgo en sus grupos y comunidades.

Para conseguir estos objetivos, se organiza un Encuentro, que es una vivencia juvenil de servicio y evangelización en la que cada participante experimenta un proceso de conversión dentro de la dinámica del triple encuentro: consigo mismo, con los demás y con Dios.

Es una convivencia porque la vivencia cristiana auténtica —además de personal— debe ser comunitaria. Se proponen unos objetivos y se utilizan unos esquemas y métodos propios según lo que establece el Manual de Encuentros de Promoción Juvenil.

La organización del EPJ

Como se ha descrito anteriormente, todos los Encuentros siguen un esquema concreto, que pasamos a describir:

— Tarde de entrada

Es el momento de pararse, de pensar qué hace cada uno con su vida, de interiorizar, de hacer silencio de todo el “ruido” y preocupaciones exteriores y mirarse a uno mismo con calma y tranquilidad. Cada joven que ha accedido al Encuentro de forma voluntaria se dispone así a vivirlo con intensidad.

— Primer día

Es el día de la Vocación. Se presentan los rasgos fundamentales de la vocación integral: humana, cristiana y comunitaria. La realización personal está en cumplir la vocación para la que cada ser humano ha sido llamado.

Toda vida es una vocación. Se muestran por ello sus desviaciones y la necesidad de vencer el pecado y la ausencia de Dios para convertirse en un ser humano nuevo, según la imagen de Jesús.

— Segundo día

Es el día de la Promoción Personal del joven: revaloriza las ideas cristianas, busca establecer bases firmes para hacer después su libre opción a la fe. Ser cristiano es ser joven y verdadero hombre.

— Tercer día

Es el de la Promoción Comunitaria. La opción por Cristo supone también una opción por la Iglesia, comunidad de amor y de fe, desde los grupos y núcleos más pequeños hasta llegar a sus mayores exigencias y dimensiones.

Los “centros guía”

Es el ente del Movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil que acoge a todos los guías jóvenes y adultos. Es algo así como el alma del Movimiento y, por tanto, sus objetivos son los mismos que los ya descritos.

Su misión es, primero, formar en una doble dimensión —humana y cristiana— en los mismos guías, prepararlos para organizar y dirigir Encuentros y, una vez éstos terminados, ayudar a los jóvenes que asistieron a integrarse o a crear grupos juveniles cristianos.

En un sentido más amplio, es una especie de seminario de liderazgo juvenil cristiano que concentra a los promotores de Encuentros activos de cada diócesis donde reciben su formación y que los capacita en la realización de su labor evangelizadora.

Su intencionalidad es dar una respuesta al Decreto sobre apostolado de los seglares (Apostolicam Actuositatem) del Vaticano II, capítulo 10:

“Los laicos tienen su papel activo en la vida y en la acción de la Iglesia, como partícipes que son del oficio de Cristo Sacerdote, profeta y rey. Su acción dentro de las comunidades de la Iglesia es tan necesaria que sin ella el mismo apostolado de los pastores muchas veces no puede conseguir plenamente su efecto. Pues los laicos de verdadero espíritu apostólico, a la manera de aquellos hombres y mujeres que ayudaban a Pablo en el Evangelio suplen lo que falta a sus hermanos y reaniman el espíritu tanto de los pastores como del resto del pueblo fiel […]”.

La composición de los “Centros guía” está formada por seglares jóvenes y adultos que han participado anteriormente de un Encuentro de Promoción Juvenil.

Los EPJ en la Ciudad de Niños

En Costa Rica existen cuatro “Centros Guía”. Uno de ellos tiene su sede en la provincia de Cartago, donde se ubica la Ciudad de Niños. Actualmente este Centro Guía ha cumplido treinta años. En el transcurso de este tiempo han colaborado con él varios religiosos agustinos recoletos, como José Luis Garayoa, Pedro Apetezguía, Francisco Javier Ruiz, Eliécer Monge y, en los últimos años, Victor González y Germán Antonio Antón.

Es a través de esta cercanía entre el Movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil y los Agustinos Recoletos donde hubo una progresiva relación entre la institución Ciudad de los Niños y el Movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil.

El año 1999, por iniciativa de Víctor González y Germán Antonio Antón, se realiza una reunión en la que, por primera vez, se solicita la posibilidad de realizar un Encuentro de Promoción Juvenil exclusivo para los jóvenes residentes en la Ciudad de Niños.

Es importante reseñar que, en un primer momento, tal idea pareció imposible a los miembros del Encuentro; y así se le hizo saber a los dos religiosos: jamás un Encuentro de Promoción Juvenil podía ser para tantos jóvenes. Por otro lado, las edades de los residentes en la Ciudad oscilaban entre los 16 y 18 años, cuando el perfil para el Movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil eran grupos de entre 25 y 30 personas con edades entre los 20 y 27 años.

En esa misma reunión se ofreció a los dos religiosos la organización de un retiro de tres días, pero no de un Encuentro. A lo que los religiosos respondieron que “o se organizaba un Encuentro, o nada”.

En esta primera reunión no se pudo concretar nada, dadas las dos posiciones tan diferentes; pero los religiosos de la Institución lograron sembrar la duda e hicieron pensar a los miembros del Centro Guía en esta posibilidad.

Unos días después, cuando los del Centro Guía pudieron realizar algunas consultas, se informó a los religiosos que existía la posibilidad, pero siempre después de consultar con el Comité Nacional del Movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil de Costa Rica y después de pedir ayuda al Comité Central de Cartago.

De este modo, con la autorización de Comité Nacional y la colaboración de Comité Central de Cartago se programó el primer Encuentro de la Ciudad para junio del año 2000, con un equipo de —aproximadamente— 15 personas.

Este primer Encuentro en Ciudad de Niños ha sido —y seguirá siendo— un hito, una experiencia de Dios increíble e impensada tanto para los participantes como para los organizadores. El Movimiento de Encuentros de Promoción Juvenil aprendió en él a amar con intensidad la obra de Ciudad de los Niños, no por sus estructuras o por su renombre, sino por sus protagonistas más importantes, los muchachos.

Este mismo año de 2005 se ha realizado el quinto Encuentro de Promoción Juvenil en la Ciudad de los Niños, con nada menos que 92 jóvenes, que hoy se consideran hombres nuevos y están dispuestos a madurar su compromiso cristiano.

La preparación del EPJ en la Ciudad de los Niños

La preparación de los Encuentros en la Ciudad de los Niños ha supuesto un reto para el Centro Guía de Cartago. Son cuatro meses de preparación, con un equipo de unas 15 personas, mediante una reunión ordinaria por semana.

Estas reuniones se estructuran con una oración inicial, una lectura bíblica con su correspondiente comentario, el desarrollo del tema de formación, una revisión personal de vida, la aplicación de la corrección fraterna y el repaso a los asuntos administrativos. Si no hay otros asuntos a tratar, se finaliza con una oración final.

Gracias a tantos años de relación con el ministerio de la Ciudad de los Niños y con los agustinos recoletos, es importante recalcar que los miembros del movimiento en Cartago han accedido a una formación y un conocimiento de San Agustín y de la Orden Agustinos Recoletos.

También, después de estos años de experiencia, se ha conseguido obtener un perfil de los jóvenes que asisten cada año de forma voluntaria al Encuentro, por lo que se consiguen más herramientas para hacer del Encuentro un recurso válido para estos jóvenes.

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